


Colistina: un antibiótico de último recurso con graves efectos secundarios
La colistina, también conocida como polimixina E o metanosulfonato de colistina, es un tipo de antibiótico que pertenece a la clase de antibióticos polipeptídicos. Se deriva de una cepa de la bacteria Bacillus polymyxa y se usa para tratar infecciones causadas por bacterias Gram-negativas, como Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumannii. La colistina actúa alterando la membrana celular de las bacterias, lo que finalmente provoca su muerte. A menudo se utiliza como último recurso para tratar infecciones resistentes a otros antibióticos, ya que puede tener efectos secundarios graves y no es eficaz contra todos los tipos de bacterias. La colistina se ha asociado con nefrotoxicidad (daño a los riñones) y neurotoxicidad (daño a los nervios). ), particularmente cuando se administra en dosis altas o durante períodos prolongados. Además, el uso excesivo y inadecuado de la colistina ha contribuido al desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, lo que representa una amenaza importante para la salud pública. Como resultado, la colistina generalmente se reserva para su uso en infecciones graves en las que otros tratamientos han fallado, y los profesionales de la salud supervisan de cerca su uso.



