Comprender la septicemia: causas, síntomas y prevención

La septicemia, también conocida como envenenamiento de la sangre, es una afección grave y potencialmente mortal que ocurre cuando bacterias u otros microorganismos ingresan al torrente sanguíneo y causan una infección generalizada. La septicemia puede ser causada por una variedad de factores, que incluyen: Infecciones bacterianas, como la neumonía. o infecciones del tracto urinario
Infecciones virales, como el VIH o la hepatitis
Infecciones por hongos, como la candidemia
Infecciones parasitarias, como la malaria
La septicemia puede provocar una variedad de síntomas, que incluyen:
Fiebre alta
Escalofríos y temblores
Confusión o desorientación
Discurso arrastrado o dificultad para hablar
Debilidad o fatiga
Dificultad para respirar o dificultad para respirar
Dolor o malestar en el pecho, abdomen u otras áreas del cuerpo... La septicemia es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato. El tratamiento generalmente incluye antibióticos para eliminar la infección, así como atención de apoyo para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. En casos graves, la septicemia puede provocar insuficiencia orgánica, amputaciones o incluso la muerte. Prevenir la septicemia Si bien no siempre es posible prevenir la septicemia, existen medidas que puede tomar para reducir el riesgo de desarrollar esta afección: Practique una buena higiene, como lavarse Lávese las manos con frecuencia y en profundidad... Evite el contacto cercano con personas enfermas... Vacúnese contra infecciones que pueden provocar septicemia, como neumonía o VIH... Tome antibióticos sólo según las indicaciones de un profesional de la salud y complete todo el tratamiento para asegurarse de que la infección desaparezca por completo... Busque Busque atención médica de inmediato si experimenta algún síntoma de septicemia, como fiebre, escalofríos o dificultad para respirar.