


Comprensión de la infección por Trichostrongylus en rumiantes: síntomas, medidas de control e impacto económico
Trichostrongylus es un tipo de nematodo parásito (lombriz intestinal) que infecta el tracto gastrointestinal de rumiantes como ovejas, cabras y ganado vacuno. Estos gusanos pueden causar pérdidas económicas significativas a la industria ganadera debido a la reducción de la productividad, la pérdida de peso y la mortalidad. Las especies de Trichostrongylus son comunes en muchas partes del mundo, particularmente en regiones templadas y tropicales con altas precipitaciones y humedad. Los animales más comúnmente afectados incluyen ovejas, cabras y vacas, aunque también pueden infectarse otros rumiantes como búfalos y ciervos. Los síntomas de la infección por Trichostrongylus pueden variar según la gravedad de la infección y la edad del animal. En casos graves, los animales infectados pueden presentar signos de anemia, pérdida de peso y reducción de la productividad. También pueden tener un pelaje áspero y seco y sus heces pueden ser pálidas o acuosas. En casos crónicos, los gusanos pueden causar inflamación y daño a la pared intestinal, provocando úlceras y complicaciones potencialmente mortales.
Trichostrongylus se transmite a través de la ingestión de larvas infecciosas, que se encuentran en pastos o agua contaminados. Las larvas migran a través de la pared intestinal y maduran hasta convertirse en gusanos adultos, donde pueden vivir durante varios años y producir miles de huevos. Luego, los huevos salen del huésped en las heces, comenzando el ciclo nuevamente. El control y la prevención de la infección por Trichostrongylus implican una variedad de medidas, que incluyen: 1. Pruebas de reducción del recuento de huevos en heces (FECR) para controlar el nivel de infección y evaluar la eficacia de las medidas de control.
2. Tratamiento antihelmíntico para eliminar los gusanos y reducir el riesgo de reinfección.
3. Prácticas de gestión como el pastoreo rotativo, la mejora de la calidad de los pastos y la reducción de la densidad ganadera para reducir el riesgo de infección.
4. Uso de razas o genéticas resistentes a parásitos.
5. Evitar el pastoreo excesivo y mantener buenas prácticas de higiene para reducir el riesgo de contaminación. Es importante tener en cuenta que la infección por Trichostrongylus puede tener importantes implicaciones económicas y de bienestar animal, por lo que es crucial monitorear los signos de infección e implementar medidas de control adecuadas para prevenir y gestionar. el parásito.



