


Desempacando la residencialidad: comprensión de los aspectos sociales, culturales y espaciales de la vida doméstica
La residencialidad se refiere a la forma en que las personas habitan y experimentan sus hogares y vecindarios. Abarca los aspectos sociales, culturales y espaciales de la vida doméstica y las formas en que los individuos y las familias crean significado e identidad dentro de sus espacios vitales.
La residencialidad se puede entender a través de varios lentes, que incluyen:
1. Apego al lugar: Los vínculos emocionales que los individuos forman con sus hogares y vecindarios, que pueden influir en su sentido de pertenencia y bienestar.
2. Domesticidad: Las normas y prácticas sociales y culturales que dan forma a la vida diaria dentro del hogar, como las horas de comida, la limpieza y los rituales familiares.
3. Espacialidad: La disposición física y el diseño de hogares y vecindarios, que pueden afectar la forma en que las personas se mueven e interactúan con sus espacios habitables.
4. Formación de identidad: Las formas en que los individuos y las familias utilizan sus hogares y vecindarios para expresar sus identidades, valores y creencias.
5. Compromiso comunitario: el grado de participación de los residentes en sus comunidades locales, incluida la participación en eventos comunitarios, el voluntariado y la socialización con los vecinos. Comprender la residencialidad es importante para una variedad de campos, incluidos la planificación urbana, la sociología, la psicología y el diseño. Al examinar las formas en que las personas habitan y experimentan sus hogares y vecindarios, los investigadores y profesionales pueden obtener información sobre cómo crear comunidades más habitables, inclusivas y sostenibles.



