


Comprender las partículas en suspensión (PM) y su impacto en la salud humana y el medio ambiente
Las partículas en suspensión (PM) son un tipo de contaminante del aire que consta de partículas pequeñas, normalmente de menos de 100 micrómetros de diámetro. Estas partículas pueden estar compuestas de diversos materiales, incluidos polvo, hollín y otros productos químicos. Hay varias fuentes de PM, entre ellas: 1. Actividades industriales, como minería y fundición
2. Emisiones de vehículos, incluidos automóviles, camiones y autobuses
3. Quema de leña residencial
4. Actividades agrícolas, como la quema de cultivos y desechos animales
5. Las fuentes naturales, como los incendios forestales y las erupciones volcánicas, pueden tener un impacto significativo en la salud humana y el medio ambiente. La exposición a altos niveles de PM se ha relacionado con una variedad de problemas de salud, incluidas enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer. Además, las partículas pueden dañar cultivos, bosques y ecosistemas acuáticos, y pueden contribuir al cambio climático al absorber la radiación solar y alterar la formación de nubes. Hay varias formas de medir las partículas, entre ellas: 1. Gravimetría: este método consiste en recoger partículas en un filtro y pesarlas para determinar su masa.
2. Métodos ópticos: estos métodos utilizan la luz para medir la cantidad y el tamaño de las partículas en el aire. Los ejemplos incluyen fotómetros y fluorescencia inducida por láser.
3. Métodos electrométricos: estos métodos utilizan una carga eléctrica para medir la cantidad y el tamaño de las partículas en el aire. Los ejemplos incluyen precipitadores electrostáticos y monitores de polvo electrométricos.
4. Análisis químico: este método implica analizar la composición química de las partículas para determinar su fuente y propiedades. Hay varias formas de controlar las emisiones de PM, entre ellas: 1. Medidas regulatorias: Los gobiernos pueden establecer estándares para las emisiones de PM de fuentes industriales, vehículos y otras fuentes.
2. Controles tecnológicos: Estos incluyen tecnologías como depuradores, filtros de tela y precipitadores electrostáticos, que pueden usarse para eliminar PM de los gases de escape y otras fuentes.
3. Cambio de combustible: el cambio a combustibles más limpios, como el gas natural o los biocombustibles, puede reducir las emisiones de PM de las actividades industriales y el transporte.
4. Comercio de emisiones: Implica crear un mercado en el que las empresas puedan comprar y vender permisos para emitir PM. Las empresas que sean capaces de reducir sus emisiones por debajo del límite asignado pueden vender sus permisos excedentes a otras empresas, proporcionando un incentivo económico para reducir las emisiones.



