


Comprendiendo el infantilismo: signos, causas y superación de conductas infantiles
El infantilismo es un fenómeno psicológico en el que un adulto se comporta de manera infantil, buscando a menudo ser tratado como un niño o adoptando comportamientos infantiles. Esto puede manifestarse de diversas formas, como por ejemplo:
1. Deseo de atención y afirmación: los individuos infantiles pueden anhelar la atención y la afirmación de los demás, a menudo buscando ser el centro de atención y volviéndose demasiado dependientes de los demás para su validación.
2. Inmadurez emocional: pueden tener dificultades para regular sus emociones, lo que les provoca cambios de humor, rabietas o se enojan fácilmente.
3. Falta de autocontrol: los individuos infantiles pueden tener dificultades para controlar sus impulsos, lo que lleva a un comportamiento imprudente o irresponsable.
4. Deseo de comodidad y seguridad: pueden buscar comodidad y seguridad en los demás, a menudo regresando a patrones de comportamiento familiares o buscando cuidadores familiares.
5. Resistencia al cambio: Los individuos infantiles pueden resistirse a los cambios en su rutina o entorno, prefiriendo la familiaridad de la infancia.
6. Capacidad limitada para resolver problemas: pueden tener dificultades para resolver problemas complejos, confiando en otros para que les ayuden a afrontar situaciones difíciles.
7. Preocupación por la fantasía: pueden preocuparse demasiado por la fantasía o soñar despiertos, y a menudo escapan a un mundo de su propia creación.
8. Dificultad con los límites: los individuos infantiles pueden tener dificultades para respetar los límites, ya sea luchando por establecerlos para sí mismos o ignorando los límites de los demás.
9. Capacidad limitada para asumir responsabilidades: pueden tener dificultades para asumir la responsabilidad de sus acciones, a menudo culpando a otros o poniendo excusas por su comportamiento.
10. Deseo de poder y control: los individuos infantiles pueden buscar poder y control sobre los demás, a menudo a través de comportamientos manipuladores o agresivos. Es importante tener en cuenta que todos exhiben algunos comportamientos infantiles en ocasiones, pero para algunas personas, estos comportamientos se convierten en un patrón de comportamiento dominante. que interfiere con su capacidad para funcionar en la vida diaria.



