


Comprensión de los cistomas: tipos, síntomas y opciones de tratamiento
Los cistomas son acumulaciones anormales de líquido dentro de los tejidos u órganos. Pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, incluida la piel, la mama, los ovarios y el hígado. Los cistomas suelen ser benignos (no cancerosos) y pueden no causar ningún síntoma a menos que crezcan o se rompan. Hay varios tipos de cistomas, entre ellos: 1. Quistes sebáceos: son quistes pequeños, generalmente indoloros, que se forman en la piel, particularmente en la cara, el cuello o el torso. Están llenos de un material amarillento y caseoso y pueden inflamarse o infectarse.
2. Quistes ováricos: son sacos llenos de líquido que se forman en los ovarios. Son comunes en mujeres en edad fértil y pueden causar síntomas como dolor pélvico, hinchazón y períodos irregulares.
3. Quistes mucinosos: son quistes benignos poco frecuentes que se forman en el tejido mamario. Generalmente son pequeños y no causan ningún síntoma a menos que crezcan o se rompan.
4. Quistes hepáticos: son sacos llenos de líquido que se forman en el hígado. Por lo general, son asintomáticos, pero pueden causar síntomas como dolor abdominal, náuseas y vómitos si crecen o se rompen. Los cistomas generalmente se diagnostican mediante pruebas de imágenes como ecografía, tomografía computarizada o resonancia magnética. Las opciones de tratamiento varían según el tipo y tamaño del cistoma, así como de los síntomas que causa. Es posible que algunos cistomas no requieran tratamiento y se puedan controlar con controles periódicos, mientras que otros pueden necesitar drenaje o extirpación quirúrgica.



