


Comprensión y tratamiento de la excoriación: causas, síntomas y prevención
La excoriación es una afección de la piel en la que la piel se daña y se elimina, generalmente como resultado de rascarse o frotarse. Puede ser causada por una variedad de factores, como piel seca, eccema, psoriasis u otras afecciones de la piel. La excoriación puede provocar más irritación e infección, y puede ser difícil de tratar. El tratamiento de la excoriación generalmente implica abordar la causa subyacente, como tratar la piel seca o controlar una afección cutánea subyacente. Se pueden recetar cremas o ungüentos tópicos para ayudar a calmar y proteger la piel, y se pueden usar antibióticos si hay una infección. En casos graves, puede ser necesaria una cirugía para eliminar la piel dañada y promover la curación. Prevenir la excoriación implica tomar medidas para mantener la piel sana, como usar limpiadores suaves, humectar regularmente y evitar productos químicos agresivos o materiales abrasivos que puedan irritar la piel. También es importante buscar atención médica si alguna afección o síntoma de la piel persiste o empeora con el tiempo.



