


Los peligros de la eclesiolatría: comprender los riesgos de darle demasiada autoridad a la Iglesia
La eclesiolatría es la práctica de otorgar excesivo honor y autoridad a la iglesia, a menudo a expensas de otros aspectos importantes de la vida. Puede implicar elevar la iglesia institucional a una posición de máxima autoridad en la vida de uno, por encima de las relaciones personales, la familia, el trabajo o incluso el propio bienestar espiritual. La eclesiolatría puede manifestarse de diferentes maneras, como por ejemplo: 1. Priorizar la asistencia y las actividades de la iglesia sobre otras responsabilidades y relaciones importantes.
2. Creer que la iglesia tiene la autoridad exclusiva para interpretar las Escrituras y tomar decisiones para la vida de uno.
3. Dar apoyo financiero excesivo a la iglesia mientras se descuidan las necesidades personales y familiares.
4. Ver a la iglesia como la única fuente legítima de guía espiritual y sabiduría.
5. Priorizar las opiniones y la aprobación de los líderes de la iglesia sobre la propia intuición y discernimiento. La eclesiolatría puede ser dañina porque puede conducir a una falta de equilibrio en la vida, haciendo que las personas descuiden responsabilidades y relaciones importantes fuera de la iglesia. También puede conducir a una falta de autonomía personal y de autodiscernimiento, ya que las personas pueden sentirse presionadas a ajustarse a las expectativas de la iglesia en lugar de seguir su propia guía interior. Además, la eclesiolatría puede crear una dinámica de poder nociva entre el individuo y la institución, en la que la institución tiene demasiada autoridad y control sobre la vida de uno.



