


Comprender la amiloidosis: causas, tipos y síntomas
Amylo- proviene de la palabra griega "amylen" que significa "harina". Se refiere a un tipo de proteína que se encuentra en los tejidos y órganos del cuerpo. Las proteínas amiloides son cadenas largas y no ramificadas de aminoácidos que se pliegan en una forma específica. Esta forma les permite agregarse y formar fibras o placas insolubles, que pueden acumularse en los tejidos y causar daños. La amiloidosis es una afección en la que proteínas anormales llamadas fibrillas de amiloide se acumulan en órganos y tejidos, lo que provoca diversos problemas de salud. La acumulación de estas fibrillas puede provocar inflamación, cicatrices y disfunción de órganos. Hay varios tipos de amiloidosis, cada uno con diferentes causas y síntomas. Algunas formas comunes de amiloidosis incluyen: 1. Enfermedad de Alzheimer: se trata de un trastorno cerebral degenerativo que se caracteriza por la acumulación de placas de beta amiloide en el cerebro. Estas placas interrumpen la comunicación entre las neuronas y provocan pérdida de memoria, confusión y otros problemas cognitivos.
2. Amiloidosis primaria: esta es una afección en la que proteínas anormales llamadas cadenas ligeras de inmunoglobulina se acumulan en órganos como el hígado, el bazo y los riñones. A menudo se asocia con mieloma múltiple, un tipo de cáncer que afecta a las células plasmáticas.
3. Amiloidosis secundaria: esta es una afección en la que las proteínas amiloides se acumulan en los órganos debido a otra afección subyacente, como la artritis reumatoide o la enfermedad inflamatoria intestinal.
4. Polineuropatía amiloide familiar: esta es una afección hereditaria poco común en la que proteínas anormales llamadas transtiretina se acumulan en los nervios, lo que provoca debilidad y atrofia muscular progresiva. Los síntomas de la amiloidosis varían según el tipo y la ubicación de las proteínas acumuladas. Algunos síntomas comunes incluyen fatiga, pérdida de peso, dolor en las articulaciones y dificultad con la memoria o la concentración. Las opciones de tratamiento para la amiloidosis incluyen medicamentos para reducir la inflamación y retardar la progresión de la enfermedad, así como, en algunos casos, trasplantes de células madre.



