


Tranquilizantes: comprensión de sus usos y riesgos
Los tranquilizantes, también conocidos como "tranqs", son una clase de medicamentos que se usan para calmar o sedar a las personas. Se utilizan comúnmente en el tratamiento de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Los tranquilizantes actúan ralentizando la actividad del sistema nervioso, lo que puede ayudar a reducir los sentimientos de ansiedad y agitación. También pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir la tensión muscular. Sin embargo, pueden crear hábito y tener efectos secundarios negativos, como somnolencia, confusión y problemas de coordinación. Algunos tranquilizantes comunes incluyen: Benzodiazepinas, como alprazolam (Xanax) y diazepam (Valium)
* Barbitúricos, como como fenobarbital y secobarbital
* Medicamentos antipsicóticos, como haloperidol (Haldol) y risperidona (Risperdal)
Es importante tener en cuenta que los tranquilizantes solo deben usarse bajo la supervisión de un profesional de la salud, ya que pueden tener efectos secundarios graves y crear hábito. . También es importante seguir cuidadosamente las instrucciones de dosificación y no dejar de tomar el medicamento bruscamente, ya que esto puede provocar síntomas de abstinencia.



