Comprender la canalización: la interacción entre la genética y el medio ambiente

La canalización es un proceso mediante el cual el desarrollo de un organismo se ve influenciado por factores tanto genéticos como ambientales, lo que lleva a la formación de estructuras o patrones específicos que no están determinados únicamente por el genotipo. Este concepto fue introducido por C.H. Waddington en la década de 1940 y también se conoce como "herencia epigenética". En otras palabras, la canalización se refiere a la idea de que el desarrollo de un organismo no está determinado únicamente por sus genes, sino también por factores ambientales como la nutrición, la temperatura y otros. Influencias externas. Estos factores ambientales pueden causar cambios en la forma en que se expresan los genes, lo que lleva a diferencias en el fenotipo final del organismo, incluso si la composición genética subyacente es la misma. Por ejemplo, considere una planta que se cultiva en dos ambientes diferentes, uno con mucha luz solar y agua, y el otro con luz solar y agua limitadas. Aunque las plantas puedan tener la misma composición genética, la que crece en un ambiente favorable probablemente se convertirá en una planta sana y próspera, mientras que la que crece en un ambiente desfavorable puede convertirse en una planta atrofiada o estresada. Esta diferencia en el fenotipo se debe a los efectos de los factores ambientales en la expresión de los genes, más que a diferencias en el código genético subyacente. La canalización puede verse como una forma de equilibrar la flexibilidad y la estabilidad de los procesos de desarrollo. Permite cierto grado de flexibilidad en respuesta a señales ambientales, al mismo tiempo que mantiene un programa de desarrollo estable que garantiza la formación adecuada de estructuras y patrones críticos.