


Comprender la disfunción de la articulación sacroilíaca: causas, síntomas y opciones de tratamiento
La disfunción de la articulación sacroilíaca, también conocida como síndrome de la articulación sacroilíaca o sacrodinia, es una afección que afecta la articulación que conecta los huesos sacro e ilíaco en la parte baja de la espalda. La articulación sacroilíaca se encuentra justo debajo de la columna lumbar y encima del coxis. Es una articulación que soporta peso y ayuda a transferir fuerzas desde la parte superior del cuerpo a las caderas y las piernas. Los síntomas de la disfunción de la articulación sacroilíaca pueden variar según la gravedad de la afección, pero pueden incluir: Dolor en la parte baja de la espalda o los glúteos. Rigidez en la espalda baja... Dificultad para caminar o pararse... Dolor que se irradia hacia una pierna... Sensibilidad en la articulación... Rango de movimiento limitado en la articulación... La disfunción de la articulación sacroilíaca puede ser causada por una variedad de factores, que incluyen:... Trauma en la articulación, como una caída o un accidente automovilístico... Uso excesivo o tensión repetitiva en la articulación, como por correr o levantar objetos pesados. Artritis u otras afecciones inflamatorias que afectan la articulación. Desequilibrios musculares o debilidad en los músculos centrales. Mala postura o biomecánica que ejerce presión sobre la articulación. El tratamiento para la disfunción de la articulación sacroilíaca puede incluir: Terapia física para fortalecer los músculos centrales y mejorar. flexibilidad y rango de movimiento... Medicamentos como antiinflamatorios o analgésicos... Inyecciones de corticosteroides en la articulación para reducir la inflamación... Modificaciones en el estilo de vida, como evitar levantar objetos pesados o agacharse, tomar descansos regulares para descansar y mantener una buena postura. Se puede considerar la cirugía en casos graves en los que otros tratamientos no han brindado alivio. Es importante buscar atención médica si experimenta síntomas de disfunción de la articulación sacroilíaca, ya que el tratamiento temprano puede ayudar a aliviar el dolor y prevenir daños mayores a la articulación.



