


Amonoides: los cefalópodos extintos que dieron forma a los ecosistemas marinos
Los amonoides son un grupo de cefalópodos extintos que vivieron durante la Era Mesozoica, hace aproximadamente 240 a 65 millones de años. Se caracterizaban por sus caparazones enrollados y estaban estrechamente relacionados con los calamares, pulpos y sepias actuales. Los amonoides fueron un componente importante de los ecosistemas marinos durante este período y desempeñaron un papel importante en la evolución de la vida marina en la Tierra. Los amonoides aparecieron por primera vez en el registro fósil durante el Jurásico Temprano, hace unos 200 millones de años, y se volvieron cada vez más diversos y abundantes. a lo largo de la Era Mesozopica. Se encontraron en una variedad de hábitats, incluidos mares poco profundos, cuencas oceánicas profundas e incluso ambientes de agua dulce. Algunas especies de amonoides estaban especializadas para vivir en ambientes específicos, como las especies de aguas poco profundas que vivían en los arrecifes de coral o las especies de aguas profundas que vivían en la zona abisal. Los amonoides tenían una estructura de caparazón única que estaba compuesta por capas de quitina. , un material resistente y flexible similar a los caparazones de los crustáceos actuales. Los caparazones de los amonoides a menudo estaban adornados con patrones y crestas complejos, que pueden haber servido como forma de camuflaje o con fines de exhibición. Algunas especies de amonoides también tenían tentáculos largos en forma de espiral que usaban para capturar presas o defenderse de los depredadores. Los amonoides fueron una importante fuente de alimento para muchos otros animales marinos durante la Era Mesozoica, incluidos los dinosaurios, los plesiosaurios y otros reptiles marinos. También fueron un componente importante del ciclo del carbono del océano, ya que consumieron grandes cantidades de materia orgánica y ayudaron a regular el clima de la Tierra. A pesar de su éxito y diversidad, los amonoides se extinguieron al final del período Cretácico, hace unos 65 millones de años. . La causa exacta de su extinción sigue siendo un tema de debate entre los científicos, pero se cree que una combinación de factores, incluidas las erupciones volcánicas, la acidificación de los océanos y la evolución de nuevos depredadores, pueden haber contribuido a su desaparición.



